BLOGGER TEMPLATES - TWITTER BACKGROUNDS »

domingo, 30 de octubre de 2011

GENERALES ROMANOS


Hoy me he despedido de la mayoría de mis compañeros de trabajo pues en tres días me incorporo a mi nuevo centro.
Atrás dejo muchas horas de compañerismo, mucho trabajo y momentos divertidos, y quizás por eso esta ha sido la despedida que más me ha costado de todas las despedidas laborables que he vivido hasta ahora.
En especial ha sido duro despedirme de mi jefa, Pilar, quien sin lugar a dudas es la mejor que he tenido en toda mi vida. Desde primera hora de la mañana me la he encontrado llorando por los rincones y abrazándome y a la hora de decirnos adiós nos hemos dado un largo abrazo y hemos soltado más lagrimillas.
Pensareis en qué tiene que ver todo esto con los generales romanos, y la respuesta es que pensando en ello, en este tiempo vivido y en la amarga despedida, me he dado cuenta de que Pilar hubiera sido un gran general en esos tiempos.
Si Roma construyó un gran Imperio, poderoso y unido, fue gracias a un ejército profesional (por primera vez en la historia) caracterizado por su uniformidad y sus tácticas de unión en las que cada compañero cuidaba del de al lado.
Y sobre todo de sus generales, hombres fuertes e instruidos que compartían la vida castrense con sus soldados. Comían su comida, dormían en las mismas camas…
Tal era la entrega de éste para con ellos, que llegado el momento la milicia ya no servía a su Imperio, servían a su líder, y así fue como algunos de estos generales consiguieron que sus tropas se rebelaran contra el propio gobierno y les apoyaran.
Esta filosofía tan simple es una metáfora muy válida para la actual vida laboral.
Cuando tienes un jefe que lo da todo por sus empleados, que se preocupa por ellos, que siente, padece y se implica en sus vidas, no consigues a alguien fácil de manejar por sus subalternos, ni un negocio relajado sin disciplina. Consigues un general romano y soldados que se implican en una guerra en la que matarían los unos por los otros y cuya finalidad es la misma: el éxito común.
Sin levantar una voz, sin un mal gesto, sin una mala palabra y con mucha tolerancia y comprensión por ambas partes, que ha hecho que me de cuenta cuán difícil es llevar un negocio y ser a la vez un gran ser humano sin traicionarte a ti mismo.
Espero que algún día yo también puedas ser así.



La imagen que os he dejado arriba pertenece a Cayo Mario, gran impulsor de la reforma militar romana, quién liberalizó el acceso al ejército y otorgando grandes beneficios a sus soldados. Tal fue su dedicación a éstos que cuando Sila, enemigo de Mario, se hizo con el ejército y marchó contra Roma, los soldados de Mario volvieron de su retiro en África para luchar junto a su general y orogarle la victoria.

3 comentarios:

Maresa dijo...

Si Pilar, tu ex-jefa, llegara a leer esto seguro que estaría encantada. ¡Mucha suerte en tu nuevo destino!

Juls dijo...

Pues claro q serás así!!!!o mucho mejor incluso.
Suerte en tu nueva etapa laboral!!!

Susi dijo...

Qué entrada tan bonita!

Todas las despedidas son tristes, algunas más que otras. Pero no pienses en lo que dejas atrás, piensa en lo que te llevas contigo, en el tiempo que has estado trabajando ahí, con tus compañeros y tu jefa.

Estoy segura de que no perderéis el contacto :)

Besotes!